Retos de futuro en el tejido empresarial andaluz. Artículo del presidente de CEA. Andalucía Económica.

25 de enero de 2022.

Artículo de Andalucía Económica – Especial XXX Aniversario

En este tiempo cambiante, las tres décadas cumplidas por Andalucía Económica son un valor y sinónimo de solvencia y compromiso. Por ello, sirvan estas líneas para trasladar la más calurosa felicitación de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) a un equipo editorial sensible a nuestro tejido productivo y al servicio de los andaluces que emprenden, se arriesgan y que, justo en este momento histórico, están llamados a ser protagonistas de la recuperación de nuestra tierra.

Así, ¿cómo contemplamos el futuro próximo los empresarios andaluces? Más que de pesimismo u optimismo, la respuesta a esta cuestión ha de estar cuajada de realidad: aún no hemos amortizado la pandemia. El coronavirus es perseverante y, sin argumentos que permitan asegurar que no habrá un repunte, los empresarios somos prudentes. Debe imperar la esperanza en la remontada, pero, aún atentos a una tercera dosis de la vacuna, el que afrontamos es un escenario “posvacunación” y no una “Andalucía ‘pos-COVID’”. No, todavía.

El panorama actual entraña serias amenazas a la recuperación de la economía de las familias, de las empresas y los autónomos. Una de las principales es la escalada alcista de los costes energéticos, de las materias primas, que sacude a todos los sectores, desde el agroalimentario al aeroespacial. ¿Es este el marco idóneo para apuntalar la recomposición de empresas y pymes tras la crisis más insólita de nuestra historia reciente?

Ahonda, a modo de ejemplo, en los obstáculos para la recuperación, la próxima subida de la cuota a los autónomos en 2021. Más que cosechar un gran efecto recaudatorio, es una medida que asfixia al tejido productivo. Una realidad injusta para quienes han sido durante la pandemia el auténtico escudo social; un cortafuego con la figura de los ERTEs, para frenar los efectos devastadores de la crisis COVID.

Por todos es sabido que la buena salud de la empresa garantiza la buena salud del empleo. Sin empresas con confianza y seguridad en su futuro, no hay creación de nuevos puestos de trabajo. Por ello, ayudar al empresario, al autónomo, es trabajar por el desarrollo de nuestra Comunidad. Y, en este sentido, no olvidemos que Andalucía es tierra de micropymes y de pymes. Esa y no otra es nuestra realidad. El tejido empresarial andaluz es trabajador, empieza en los barrios, en los negocios familiares y de cercanía sobre los que CEA pone el foco e insiste en situar en el centro de la toma de decisiones políticas.

Desde esta visión, siendo sensibles a la delicada situación de nuestro tejido productivo, nos preguntamos hasta cuándo podrá aguantar la subida de los precios de la energía, la presión fiscal y tributaria, sin encarecer productos y servicios al consumidor. Y aquí aparece un nuevo reto para la recuperación: blindar nuestro modelo energético a la ideología; protegerlo de la toma de decisiones sin diálogo, con sorpresivos cambios en las reglas del juego. Legislar sin contar con las eléctricas, sin las patronales, erosiona sobremanera la seguridad jurídica que reclama toda inversión. Y, a medio plazo, lamina la competitividad de cualquier región, por los proyectos e iniciativas que quedan condenados a un cajón. Cada euro de más empleado en afrontar más costes es un euro menos en inversión e innovación en los negocios. Estamos ante una cuestión de Estado y urge una toma de decisiones como país, con altura de miras.

Andalucía tiene por delante el desafío de encadenar los eslabones de su crecimiento. Una Comunidad estable y de concordia, para la que sin duda son imprescindibles unos Presupuestos Generales del Estado justos y con equidad distributiva, es sinónimo de confianza. Esta propicia inversión y, en consecuencia, competitividad. Y tal estabilidad contribuye igualmente a la percepción sobre España que Bruselas necesita para confiar en un uso responsable de los fondos Next Generation EU en nuestro país.

La fuerza del Diálogo Social en Andalucía, demostrada durante 2020 y este 2021 con sendos acuerdos de ayudas al tejido productivo entre la patronal, los sindicatos y el Gobierno autonómico, así como los suscritos por CEA con ATA y las Cámaras de Andalucía, debe seguir marcando el camino. Lo subrayo desde el convencimiento personal de que la paz social es la principal infraestructura de cualquier territorio, pues garantiza el clima para negociar en pos del bien de los ciudadanos, sin interrupciones partidistas.

Europa nos marca un futuro a corto y medio plazo más digital e innovador. Añado a ese marco varias cuestiones: de un lado, la perseverancia en las políticas de igualdad de oportunidades, claves para CEA, ya integrada en la Red Andaluza de Entidades Conciliadoras (RAEC). De otro lado, un desarrollo urbanístico de Andalucía sostenible, con una mayor claridad administrativa que facilite la inversión, como confiamos en que suceda con la futura Ley del Suelo (LISTA).

Será Andalucía Económica, como ha sucedido en estos treinta años de Periodismo de calidad, la que desgrane los pasos de nuestra Comunidad hacia ese nuevo horizonte con, espero, empresas que vayan ganando en diversificación y dimensión. Será un honor seguir encontrándonos en estas páginas, llamadas a glosar la reactivación de Andalucía.

Javier González de Lara y Sarria.