«Contra el hambre como arma de guerra»
De Yemen a Corea del Norte
Desde Yemen hasta Corea del Norte, el PMA -en inglés World Food Programme- alimenta a millones de bocas en un mundo en el que el hambre, una formidable «arma de guerra», está destinada a aumentar aún más tras la pandemia de Covid-19. El PMA se define a sí mismo como «la mayor organización humanitaria», una labor que hoy en día es indispensable, ya que, según sus estimaciones, 690 millones de personas, una de cada 11, estaban crónicamente desnutridas en 2019. Y son muchos más este año debido a la pandemia.
Tras escuchar la motivación leída por el presidente del Comité del Nobel, Berit Reiss-Andersen, un portavoz de la organización de la ONU aseguró que era un «momento de orgullo» recibir el premio. Fundada en 1961, con sede en Roma, y financiada en su totalidad por contribuciones voluntarias, el PMA distribuyó 15.000 millones de raciones de alimentos en 2019 a 97 millones de personas en 88 países. Una cifra exorbitante, pero que representa sólo una fracción de las necesidades totales.
A pesar de los progresos realizados en los últimos tres decenios, el objetivo de la ONU de erradicar el hambre para 2030 parece inalcanzable, según los expertos, si se mantienen las tendencias actuales.