Sevilla, 17 de diciembre de 2018. Fuente: www.compromisoempresarial.com
Nace la Red de Empresas Sana+Mente Responsables de la mano de Unión de Mutuas. Se trata de unir a aquellas organizaciones que apuestan y promueven dentro de sus políticas empresariales la salud y el bienestar psicológico generando así conocimientos, experiencias, sinergias, recursos, asesoramiento y apoyo a la creación de entornos saludables.
Además de la prevención de riesgos laborales que todas las empresas españolas deben cumplir por ley, existe una tendencia creciente a gestionar la salud integral de los trabajadores. Es por ello que se ha presentado esta semana en Castellón la Red de Empresas Sana+Mente Responsables, que busca ser un lugar de encuentro para las empresas con buenas prácticas en las políticas de salud y bienestar psicológico.
Creada por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y el Colegio de Psicología de la Comunitat Valenciana (Copcv), la Red es una espacio en el que se promueve la creación de entornos saludables en términos tanto físicos como psicológicos.
Óscar Cortijo, vicedecano del Copcv, afirmó que invertir en la salud mental de las personas que conforman las instituciones puede asegurar la productividad y la competitividad al “conseguir una mayor motivación y engagement y reducir el absentismo y el presentismo”. Especialmente en aquellas donde conviven varias generaciones en sus plantillas, indica.
A la hora de presentar un modelo concreto contaron con la Unión de Mutuas, cuya responsable del Área Psicosocial, Carmen Navarro, expuso los criterios que siguieron para incorporar al sistema de gestión las iniciativas saludables.
Para ello han establecido un Plan de Salud Integral 2014-2018, en el que se han desarrollado cuatro proyectos centrados en la salud cardiovascular y psicológica, así como en la prevención de trastornos musculoesqueléticos y la conducción responsable en carretera.
Navarro ha explicado el Proyecto Emocion.es cuya finalidad es mejorar el cuidado de la salud psicológica mediante talleres de inteligencia emocional, habilidades de relación y comunicación estratégica, fortaleciendo las competencias emocionales que mejoran la salud laboral de las personas y las empresas.
Aprender a gestionar las emociones “es esencial para hacer frente a las demandas personales, sociales y laborales a las que todos estamos sometidos”, concluye.