CEA insiste en mantener y reforzar las medidas que salvaguarden la pervivencia de las empresas y el empleo ante la incertidumbre económica

17 de julio 2020.

XXI Informe Loyola Economic Outlook de la Universidad Loyola con la colaboración de CEA.

La economía andaluza sufrirá una contracción de un 10,5% en 2020 y crecerá un 6,7% en 2021, en el escenario sin rebrote del covid19.

Con rebrote, el PIB en Andalucía se podría desplomar un 13,6% en el año 2020 y repuntaría un 7,6% en 2021.

CEA y la Universidad Loyola de Andalucía han presentado hoy el XXI Informe Loyola Economic Outlook en la edición de verano con las perspectivas económicas para España y Andalucía 2020-2021, en el que se consideran dos posibles escenarios debido a la incertidumbre producida por la evolución que está teniendo el virus COVID-19: un escenario base y un escenario con rebrote de la COVID-19.

La presentación del Informe LEO de verano, que se ha dado a conocer en la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía, ha contado con la participación de Luis Fernández-Palacios, secretario general de CEA, y de Olexandr Nekhay, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Loyola y director del informe.

En su intervención Luis Fernández-Palacios ha manifestado que las perspectivas económicas y de empleo que reflejan el informe del LEO son negativas y preocupantes en los dos escenarios que se plantean, sobre todo porque hay todavía una gran incertidumbre sobre la evolución de la pandemia. Por lo que considera que, mientras no exista una seguridad sanitaria plena, la reactivación económica y la consolidación de la actividad productiva se verá mermada.

Por ello, el secretario general de CEA insiste en la necesidad de seguir aplicando medidas que salvaguarden la pervivencia de las empresas y el empleo, acciones que se contemplan en el reciente acuerdo nacional adoptado entre el Gobierno, CEOE y sindicatos. Unas medidas que deben ir encaminadas a apoyar al máximo los sectores empresariales más afectados en Andalucía, como el turismo, el comercio y actividades de ocio, entre otros.

Un apoyo que debe desarrollarse desde el Diálogo Social y que ha de dar respuesta a la necesidad de liquidez a las empresas, con una mayor sensibilidad fiscal, con el mantenimiento de medidas como los ERTEs, cuya permanencia habrá que aplicar más allá del mes de septiembre y teniendo en cuenta la realidad empresarial de cada sector, tanto por sus particularidades en su actividad como por el daño causado por la pandemia.

Por último, espera que el respaldo económico a las comunidades autónomas con los fondos reembolsables, aprobado por el Congreso de los Diputados para financiar el impacto de la pandemia, lleve un trámite lo más rápido posible porque tendrá un efecto positivo para la reactivación económica.

DESARROLLO DEL INFORME LEO XXI

Escenario base

El principal supuesto del escenario base es que la recuperación de la actividad económica, iniciada a partir de mayo, continúe en el tercer trimestre. Si bien pueden existir rebrotes localizados, que obliguen al confinamiento temporal y asíncrono de algunas zonas geográficas de España, se descarta la existencia de transmisión generalizada del virus que obligue a instaurar de nuevo las medidas de restricción a la actividad económica.

En este caso, el LEO prevé una contracción del PIB en 2020 del 10,8% en España, y del 10,5% en Andalucía. Para el 2021, el crecimiento podría ser del 6,9% en España, y del 6,7% en Andalucía. No obstante, estas cifras de crecimiento, como ha afirmado recientemente la Comisión Europea, se podrán ver afectadas por un potencial acuerdo sobre el plan de recuperación para los países miembros.

Escenario con rebrote de la COVID-19

Si bien se observa cierto repunte de la actividad económica en el tercer trimestre, una segunda ola de la pandemia en otoño obligaría a imponer restricciones a la actividad económica en el cuarto trimestre. La recuperación de la actividad económica se espera para el año 2021, si bien la misma es relativamente más débil, debido a la destrucción de tejido productivo, una tasa de desempleo más elevada, que atenúa el impacto del efecto ‘demanda embalsada’, la posible aparición de problemas financieros, el elevado déficit fiscal y el consecuente endeudamiento de las Administraciones Públicas. El PIB de España podría desplomarse un 13,8% en el año 2020 y repuntaría un 7,5% en 2021. En Andalucía, las variaciones serían de -13,6% y 7,6% en dichos ejercicios.

Previsiones económicas

Tomando como referencia el escenario base, el PIB de España podría registrar un decrecimiento intertrimestral alrededor de -16,8%, como consecuencia de una contracción generalizada de la actividad económica, especialmente en aquellas relacionadas con los sectores más afectados, como el turismo y la hostelería.

En el tercer trimestre de 2020, el PIB sufriría un repunte que rondaría el 13%. En Andalucía, la caída podría haber sido algo inferior (-16,1%). No obstante, se constata un peor comportamiento de algunos sectores como el Comercio, el Transporte y la Hotelería, en comparación con sus homónimos en el ámbito estatal; una menor caída relativa de la actividad industrial; un comportamiento más favorable del sector de la construcción, así como un proceso de desescalada más rápido que en el contexto nacional, lo que ayudaría a explicar esta caída algo más leve. En el tercer trimestre, el repunte de actividad económica estaría alrededor del 12,8%.

Cuadro macroeconómico para España

Desde el punto de vista del sector privado, el consumo de hogares y, en mayor medida, la formación bruta de capital de las empresas registraría fuertes caídas con respecto al año anterior, dada su gran sensibilidad ante situaciones de incertidumbre, como ocurre con la actualidad. El consumo podría llegar a caer más de un 12%, mientras que la formación bruta de capital fijo podría disminuir un 17%. En el año 2021, suponiendo la reactivación de la actividad y el regreso a un escenario de ‘nueva normalidad’, se espera un repunte de estos dos agregados, en torno al 6,6% para el consumo y al 10,7% para la formación bruta. Estas variaciones ponen de manifiesto que estos agregados no alcanzarían el nivel previo a la crisis hasta el año 2022 o el 2023.

El sector exterior también se vería muy perjudicado, registrando descensos de las exportaciones por encima del 19%, una caída mayor medida que la experimentada por las importaciones (16,2%). La incertidumbre impacta negativamente sobre el turismo, especialmente el internacional, y en el sector se da casi por perdida la temporada turística. Como resultado, habría un saldo negativo de la balanza de pagos por cuenta corriente en 2020 que alcanzaría el 2% del PIB.

Como consecuencia de las medidas implementadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria, el consumo público crecería en torno a un 4,5% a lo largo del año. Este incremento, unido al aumento de los desembolsos extraordinarios (ERTEs, prestaciones sociales y de desempleo, ingreso mínimo vital) podrían traducirse en un déficit público superior al 11% del PIB.

El nivel medio de los precios, a lo largo del año 2020, podría ser 0,1% inferior al del año 2019. En el año 2021, la reactivación de la actividad económica podría incrementar el nivel medio de los precios en torno a un 0,6%.

En cuanto al mercado laboral, el número de ocupados según la EPA podría registrar una disminución del -3,4%, lo que llevará la tasa de desempleo hasta el 17,5%.  No obstante, hay que tener en cuenta que la duración efectiva que tengan los ERTEs, algo que aún no queda claro por el momento, afectará de forma muy significativa estas cifras. En 2021, al igual que en los años anteriores, se esperaría una reversión de estas tendencias.

El empleo seguiría disminuyendo, pero en un porcentaje menor, del 1,8%, como consecuencia del agotamiento de los ERTE, y la dificultad de las empresas para reincorporar a la totalidad de trabajadores acogidos a los mismos. La tasa de empleo podría oscilar alrededor del 19,3%.

Cuadro macroeconómico para Andalucía

En Andalucía, por su parte, la menor caída de la actividad en el segundo trimestre de 2020 se traducirá en una caída anual del PIB algo menor. El PIB regional podría caer hasta un 10,5% en nuestro escenario de referencia, el empleo caería un 4,6%, y la tasa de paro se acercaría al 25% (24,8%). En el 2021 el PIB andaluz podría registrar un incremento próximo al 6,7%, mientras que el empleo disminuiría un 0,8%. La tasa de desempleo alcanzaría el 25,6% de la población activa en el año 2021.