Sevilla 4 de abril de 2023. Fuente: prevencionintegral.com
A principios de febrero, el cáncer de mama de una trabajadora nocturna fue reconocido como enfermedad profesional por primera vez en Francia. Esta decisión fue el resultado de una campaña sindical a gran escala que hizo un buen uso de una encuesta a los trabajadores para sensibilizar al público, pero también para movilizarse en torno al tema de los cánceres ocupacionales.
Martine, como es costumbre en los hospitales, ha trabajado en muchos turnos de noche a lo largo de su carrera. Su diagnóstico de cáncer de mama la obligó a dejar de trabajar para poder recibir tratamiento. Cuando volvió al trabajo, sus condiciones de trabajo se mantuvieron prácticamente sin cambios. Como resultado, no pudo completar su carrera y tuvo que elegir la opción de la jubilación anticipada.
No fue hasta 2023, después de cinco años de reclamaciones, que su cáncer fue reconocido como una enfermedad profesional y se consideró que creaba una incapacidad laboral del 35%.
Varios estudios muestran que el trabajo nocturno es perjudicial para la salud de los trabajadores. Sin embargo, debe distinguirse entre riesgos probados (trastornos del sueño y trastornos metabólicos), riesgos probables (diabetes tipo 2, enfermedad coronaria y riesgo cancerígeno) y riesgos posibles (hipertensión arterial y accidentes vasculares).
Para las mujeres en particular, el trabajo nocturno aumenta el riesgo de cáncer de mama hasta en un 30%. Sin embargo, el trabajo nocturno es esencial para el buen funcionamiento de ciertos sectores, en particular los servicios de salud, y todavía no se reconoce como un factor de riesgo para el cáncer.
Como resultado, existe cierto tabú en torno al tema: los trabajadores aceptan trabajar de noche sin ser necesariamente conscientes de las posibles consecuencias para su salud, y algunos empleadores no implementan mecanismos de prevención adecuados.
La situación de Martine también toca otro tema: el de la vuelta al trabajo después o durante el tratamiento del cáncer. Según Think Pink, una organización nacional de cáncer de mama en Bélgica, el 55 % de los diagnósticos de cáncer son recibidos por personas que todavía están trabajando. 60 a 80% de ellos regresan al trabajo después de su tratamiento.
Por lo tanto, la organización destaca la importancia de establecer las condiciones necesarias para un regreso exitoso al trabajo. Esto puede tomar la forma de una reducción temporal de la jornada laboral, o una modificación de las tareas a realizar si ya no se ajustan a las capacidades del trabajador.
Según un estudio realizado por LUCAS KU Leuven, ‘un tercio de las encuestadas experimenta actualmente dificultades en su trabajo tras el tratamiento del cáncer de mama, y una de cada tres incluso piensa que tendrá que dejar de trabajar prematuramente a causa del tratamiento, principalmente por problemas de concentración’.
El caso particular de Martine pone de manifiesto la incertidumbre que rodea al reconocimiento del carácter laboral del cáncer de mama. Por el momento, el trabajo nocturno y el trabajo por turnos se consideran carcinógenos ‘probables’. En consecuencia, no existe la presunción de causalidad y corresponde a la víctima probar la existencia de un vínculo directo y esencial entre la patología (cáncer) y su trabajo habitual (trabajo nocturno). Una tarea que se dificulta por el hecho de que el cáncer de mama es una enfermedad multifactorial. Se tienen en cuenta los hábitos de vida, como el consumo de alcohol y tabaco, y también ciertos elementos de la historia clínica.
Por lo tanto, los procedimientos suelen ser largos y particularmente difíciles para los trabajadores que ya están física y psicológicamente debilitados por la enfermedad. Al final, la decisión la toma un experto que decide si existe o no una relación de causalidad entre la patología y las condiciones de trabajo. Esto es lo que le sucedió a Martine en abril de 2022, con una opinión favorable emitida por el consejo médico ‘departamental’ (Conseil médical départemental).
Esta fue una victoria para la trabajadora, a quien finalmente se le otorgó una compensación del 35% de su salario anual. La historia de Martine no es aislada, sino que es el primer éxito de una campaña lanzada en 2017 por un ‘colectivo de cáncer de mama’ creado por la Federación de Minas del sindicato CFDT en Lorena (Francia). Este colectivo realiza campañas de sensibilización pero también encuestas laborales en los sectores de la salud y el transporte aéreo con un doble objetivo.
El primero es permitir que los sindicatos y los representantes del personal exijan medidas de prevención más eficaces en estos sectores. El segundo es la inclusión del cáncer de mama en las listas de enfermedades profesionales. Esto aliviaría la carga procesal y permitiría una mejor compensación de estos trabajadores.
A nivel europeo, la lucha contra los cánceres profesionales se centra principalmente en la exposición a carcinógenos o mutágenos, como el benceno o el níquel. También existe una Directiva sobre prevención de riesgos derivados de la exposición a radiaciones ionizantes (Dir. 2013/59/EURATOM), cuyo Capítulo VI está dedicado a la exposición laboral. Aunque la radiación ionizante se reconoce como un peligro, no se reconoce como una presunta causa de cáncer de mama. El único instrumento europeo que hace referencia a las enfermedades profesionales y sus causas no es vinculante (Recomendación 2003/670/CE).
Por lo tanto, corresponde a los Estados miembros transponer o no esta recomendación a la legislación nacional. Además, el cáncer de mama no se menciona explícitamente sino indirectamente bajo el título de ‘enfermedades causadas por radiaciones ionizantes’.
Del mismo modo, el trabajo nocturno no está contemplado en la legislación para prevenir el cáncer, sino en la Directiva sobre el tiempo de trabajo (Dir. 2003/88/EC).
Por lo tanto, si el esfuerzo de la CFDT conduce al reconocimiento oficial del cáncer de mama como enfermedad profesional causada por la exposición a radiaciones ionizantes y/o el trabajo nocturno, esto también podría allanar el camino para un mejor reconocimiento en otros países, incluso a nivel europeo.