19 de junio de 2018.
ARTÍCULO DEL PRESIDENTE DE CEA PUBLICADO EN EL ECONOMISTA.
En Andalucía en todas las actividades productivas, no sólo en la medioambiental, energética o de reciclaje, se aborda cada vez más la Economía Circular como una oportunidad para plantear nuevos horizontes para la diversificación y el desarrollo empresarial. Una tendencia a la que no sólo se suman las grandes empresas, sino también las pymes andaluzas.
No obstante, la Economía Circular es un concepto complejo que suscita la necesidad de modificar un sistema económico lineal, que se basa en producir, consumir y eliminar residuos generados; a un nuevo modelo que utiliza y optimiza los stocks y los flujos de materiales, energía y deshechos con el objetivo de obtener la suficiente eficiencia en el uso de los recursos.
Para que esta transformación tenga éxito hay que implicar a todos los agentes de la cadena de valor y tratar de que sea viable desde el punto de vista técnico, ambiental y económico. Además, para lograrlo habría que añadir la superación de impedimentos técnicos y de trabas administrativas, así como el desarrollo de normas coherentes y armonizadas entre sectores y territorios.
Las palancas económicas son muy importantes para incentivar la transición hacia una Economía Circular y sostenible, mitigando los efectos del cambio climático. Las empresas son actores esenciales en cualquier faceta de nuestra economía y sus decisiones de inversión, sus políticas comerciales y sus sistemas de producción, deben estar alineadas con este proyecto global. Y éste es un camino ineludible porque el desarrollo responsable y sostenible, así como la Economía Circular forman parte intrínseca del progreso empresarial y económico. Las empresas de hoy y del mañana, las empresas competitivas, cuidan de las personas y del medio ambiente.
También la Confederación de Empresarios de Andalucía, apoya la adhesión de CEOE al Pacto Nacional por una Economía Circular, al que se han sumado numerosas organizaciones empresariales y las propias empresas afiliadas. CEA es una Organización socialmente responsable, que colabora de forma activa con las Administraciones en la lucha contra el cambio climático, así como en la protección del medio ambiente para minimizar el impacto ambiental. Invierte sus esfuerzos y energías en construir un futuro sostenible para las empresas andaluzas. Por esas razones, también nos hemos incorporado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU.
Las empresas quieren crecer siendo verdes y responsables, por ello el 92% de las grandes empresas nacionales ya han incluido en sus planes de desarrollo empresarial objetivos de reducción de gases, eficiencia energética, minoración de residuos, de reciclaje y reutilización.
El medio ambiente es un importante motor económico y todo lo relacionado con la Economía Circular, tirará de la contratación –se prevé la creación de casi 400.000 empleos nuevos verdes en Europa- y será una fuerza tractora para distintos sectores: I+D+i, transporte y logística, industria, agricultura, textil, entre otros. Por tanto, la Economía Circular es tan inclusiva como transversal, pues afecta a todo el tejido empresarial.
En esta transición ecológica, las empresas, sobre todo las pymes, precisan de la intervención y del apoyo público en varias áreas de acción: éstas van desde el empleo y la formación de los nuevos perfiles profesionales, a la implementación de mecanismos público-privados de financiación, incentivos fiscales, compra pública verde e innovadora, inversión en I+D+i y el impulso de un esfuerzo presupuestario equilibrado.
Pero el éxito de las iniciativas públicas dependerá en gran medida de la complicidad y movilización del tejido empresarial, y no hay mejor herramienta para ello que la interlocución directa y la participación de los sectores productivos en los órganos responsables de la implementación de la Estrategia de la Economía Circular.
Las organizaciones empresariales como CEA somos un elemento esencial para todo ello, ya que contribuimos a garantizar de manera preferente la citada interlocución con las Administraciones Públicas en representación de los sectores afectados, y siempre desde la unidad de acción, la pluralidad y el consenso de posiciones. Desarrollamos también una destacada labor de difusión y sensibilización entre las empresas ante los desafíos y oportunidades que les ofrece los cambios en el devenir económico y de los mercados, con el fin de afrontar con éxito estos nuevos retos.
En esta tarea de difusión, los medios de comunicación pueden ayudar y aportar mucho, como es el caso de El Economista, que no sólo ofrece sus páginas para la información y la opinión empresarial, sino que también realiza el esfuerzo de organizar Foros con la colaboración de empresas para implicar a éstas en las nuevas metas de la actividad empresarial. Precísamente, en el caso de la Economía Circular, se reflejan en este interesante suplemento dedicado a la Jornada que El Economista ha celebrado en la Confederación de Empresarios de Andalucía.
Javier González de Lara y Sarria.